«Cuando empecé María Valera Estética, lo hice con mucha ilusión y con una idea muy clara: quería ayudar a las personas a sentirse bien consigo mismas, tanto por fuera como por dentro. Al principio, como todo, fue un reto, pero siempre tuve claro que lo más importante era ofrecer un trato cercano y un servicio que realmente marcara la diferencia.

Para mí, la estética no es solo verse bien, sino sentirse bien. Por eso, he invertido mucho tiempo en aprender y en perfeccionar técnicas que de verdad funcionen para cada persona, porque cada cliente es único. Me encanta escuchar las historias de quienes vienen a verme, entender qué buscan y poder acompañarlos en ese proceso de transformación, siempre con mucho cuidado y atención a cada detalle.

Desde el día uno, lo que más me ha importado es que cada persona que entra por la puerta de María Valera Estética se sienta escuchada, valorada y, sobre todo, bien atendida. Quiero que cuando te vayas de aquí, te sientas mejor, más segura, más en paz contigo misma. Eso es lo que me mueve y lo que me ha guiado desde que empecé.»